
Los atriles son soportes metálicos o de madera que sirven para sostener papeles o libros y facilitar así su lectura. Al colocar los documentos sobre el atril, tenemos libres las manos y por tanto podemos ir leyendo mientras, por ejemplo, escribimos en el ordenador o tomamos notas. Los atriles, por lo general, admiten hojas de tamaño A4 y tienen hasta nueve ajustes de altura y ángulo de visión. La inclinación también es ajustable, con ángulo de hasta 45 grados. Suelen colocarse en la mesa de escritorio tanto a la derecha como a la izquierda de monitores CRT y TFT de ordenador.
Algunos modelos de atril tienen dos clips ajustables que mantienen las páginas abiertas en la posición deseada y una tira elástica que facilita la sujeción de documentos anchos. Además, suelen tener una base sólida para evitar que se vuelque, y una base también con ranuras para impedir que las hojas resbalen.
Los atriles, por lo general, tienen unas medidas aproximadas de 27 x 23 centímetros y cumplen más de una función: