Las grapadoras son utensilios de elevada utilidad cuya función principal es la de unir hojas de papel, plástico o láminas de madera para organizar y clasificar documentos.
La primera grapadora conocida se realizó a mano en el siglo XVIII en la corte de Luis XVII de Francia, debido a la demanda que generó el uso creciente del papel. Más adelante se desarrolló una pequeña grapadora de latón (1866, Estados Unidos) considerada la precursora de las modernas. Posteriormente, se fueron desarrollando nuevos instrumentos hasta llegar a las grapadoras que usamos hoy en día.
Debido a su elevada versatilidad, distinguimos entre grapadoras de bolsillo, de gran capacidad, de sobremesa, de tenaza y eléctricas en función del uso que se le quiera dar.
La grapadora eléctrica es uno de los elementos más socorridos en las empresas debido a su comodidad y eficacia. Sin embargo, la grapadora de bolsillo tiene menos capacidad pero es ideal ya que ocupa muy poco espacio.
En definitiva, atendiendo al uso que le quiera dar, encontrará un amplio abánico de grapadoras a su disposición.