
Los routers, switchs y hubs son dispositivos que implementan la comunicación y la conectividad, cada uno de una forma diferente.
Los routers, también llamados enrutadores, son dispositivos intermediarios y conductores de datos de una red a otra. Son, por tanto, receptores y emisores de datos. Los routers están diseñados para entornos WAN y LAN, con conectividad tanto por cable como inalámbricos, y son ideales para oficinas y sucursales de pequeñas y medianas empresas, ya que pueden ser utilizados simultáneamente por hasta 25 usuarios.
La velocidad de transferencia de datos de los routers suele ser de 1000 Mbits/segundo y el tiempo medio entre fallos de unas 250.000 horas.
Los hubs son dispositivos cuya función principal es la de aumentar el número de puertos USB disponibles de un ordenador de sobremesa o portátil. Por ejemplo, convierten un puerto USB en cuatro, para poder conectar diferentes dispositivos.
Los hubs llevan un cable USB incorporado para conexión inmediata, sin necesidad de instalaciones (tecnología Plug and Play) y su velocidad de transmisión de datos suele ser de 480 Mbps.
Los switchs son conmutadores de consola que lo que hacen es ofrecer conectividad de red básica, así como fiabilidad para los hogares y pequeñas empresas, ya que pueden ser utilizados por hasta cuatro usuarios de forma simultánea. Son la solución ideal para gestionar varios sistemas operativos de servidores de forma remota.
Los switchs permiten el acceso remoto a varios servidores con diferentes sistemas operativos. Tan sólo hace falta un teclado, un monitor y un ratón para conseguirlo.
Los switchs consiguen una resolución máxima de 2048 x 1536 píxeles y pueden llegar a tener hasta 16 ó 18 puertos USB.