
Los muebles archivadores, como su nombre indica, forman parte del mobiliario de oficina y tienen la función de almacenar y organizar los documentos de una empresa.
Dependiendo del tipo de documentos que guarden, serán muebles archivadores de un tipo o de otro.
Son archivadores para guardar, clasificar y proteger únicamente planos, por eso están adaptados al formato convencional de los planos. Son archivadores verticales hechos de melamina de gran resistencia. Por lo general tienen en la parte superior una tapa que se abre mediante pistones de muelles y una tapa frontal con un tirador de aluminio. Esta tapa frontal se abre con un sistema de dos chapas freno cromadas.
Para una mayor seguridad, los archivadores de planos tienen un sistema especial antivuelco.
Son archivadores metálicos para almacenar carpetas colgantes con documentos. Los archivadores metálicos tienen cerradura y una guía telescópica y un sistema antivuelco, por lo general.
Están fabricados con chapa laminada en frío y tienen un tratamiento antioxidante, pintado y secado a 150 grados. Las medidas de los archivadores metálicos son de aproximadamente 48 x 101 x 62 cm y suelen tener tres cajones. Admiten documentos con formatos A4, folio y folio prolongado.
Dentro de los archivadores metálicos tenemos los archivadores para portátiles, en los que se guardan hasta 30 ordenadores portátiles. Son perfectos para centros educativos y centros de formación, para evitar que se sustraigan los portátiles. Para ello suelen tener doble puerta central con cerradura de seguridad.
Y aquí también incluimos los colgadores de planos, que es un carro de aluminio con pinzas para colgar los planos.
Este tipo de archivadores suelen tener unos 80 cm de diámetro para que más de una persona pueda acceder a ellos simultáneamente. Tienen formato folio, con una altura aproximada de 2,5 metros. Normalmente tienen seis niveles y una capacidad de hasta 144 archivadores.
Los archivadores estantería suelen tener unos seis niveles aproximadamente y unos siete estantes que se gradúan a distancias de 4 cm, en los que colocar los objetos y los documentos que se quieren guardar. Son estanterías metálicas de unas medidas de 223 x 100 x 39 cm y tienen los laterales cerrados y lisos.
Ofrecen además la posibilidad de montar un archivo modular partiendo de una estantería base, ampliándola con estanterías adicionales.