
Las tapas de encuadernar son el broche final del proceso de encuadernación y sirven para presentar documentos, trabajos o proyectos de forma óptima y atractiva.
Dependiendo del resultado que queramos obtener elegiremos un tipo u otro de tapas, ya que la calidad depende del material con que estén hechas. Las tapas de encuadernar pueden ser tapas de cartón gofrado con textura lino, de polipropileno, de PVC, de cartón tela, de símil piel…
Las mayoría de tapas de encuadernación tienen un tamaño A3 y A4 y sirven tanto para encuadernación por presión como para encuadernación térmica y espiral. Las tapas pueden ser opacas y rígidas o flexibles y transparentes, dependiendo de si están fabricadas con cartón o con algún tipo de plástico.
Las tapas de encuadernar suelen ser de entre 180 y 500 micras y de unos 240-300 gramos. Se venden tanto individualmente como en paquetes de 50 y 100 unidades. Normalmente tienen una capacidad de encuadernación de entre 15 y 280 hojas, con una anchura del lomo de 2,8 cm.